It takes more than medicine...

 
overcoming obstacles

Superando los obstáculos para llevarse el oro a casa

Por Coleen Lou, Directora de Comunicaciones

Publicado 6 de septiembre de 2021

 

Toda la familia de Hemofilia de Georgia se enorgullece de felicitar a Oliver D., quien se llevó a casa los honores del primer lugar el 27 de julio de 2021 en los Juegos Olímpicos Juveniles de la USATF en la competencia de lanzamiento de jabalina para su grupo de edad (8 años en adelante). Este evento nacional de atletismo tuvo lugar en Jacksonville, Florida. Todos en Hemophilia of Georgia están increíblemente orgullosos de Oliver por sus logros. Antes de esta competencia, Oliver ocupaba el primer lugar en el país en el lanzamiento de jabalina y el primer lugar en el estado de Georgia in los 1500 metros para su grupo de edad.

Oliver ya ha logrado tanto a su corta edad en el atletismo y, curiosamente, comenzó el atletismo competitivo a la edad de seis años jugando béisbol. Él es una persona muy motivada y dispuesta a sobresalir, a pesar de lidiar con los retos de tener hemofilia.

Brian, el padre de Oliver, dijo: "El compromiso de Oliver con sus logros atléticos no ha vacilado ni un poco desde que comenzó a jugar béisbol competitivo justo después de su sexto cumpleaños. Pudo combinar la práctica del béisbol con lecciones privadas y práctica a campo traviesa en el otoño de 2019. Se cambiaba de ropa en el carro para ir de una práctica a otra, e incluso competía en eventos los fines de semana y luego jugaba 3-5 juegos de béisbol.  Oliver nunca ha aflojado el paso debido a su diagnóstico de hemofilia. Da el 100% a todo lo que hace. Como padres, estamos muy orgullosos de su determinación y ética de trabajo. Encima de todo lo demás, nunca ha descuidado sus estudios y fue admitido en el programa para niños dotados y talentosos de la Escuela Primaria Liberty este año escolar pasado. El orgullo que sentimos al verlo lograr tanto y superar los retos es ilimitado y nuestros corazones están llenos de tanta alegría".

Kristie, la madre de Oliver, declaró: "Aunque tenemos tanto de qué enorgullecernos, los retos que enfrentamos equilibrando el trastorno de la coagulación de Oliver con sus actividades pueden ser duros y difíciles de comprender para él.  Hemos visto tristeza en sus ojos cuando le decimos que no puede jugar al fútbol, pero también vemos que parece que el fuego en su interior ardiera aún más cuando compite en otros deportes. También debemos vigilarlo de cerca. Nuestras mayores preocupaciones son estar atentos a los deslizamientos duros, cualquier caída y las pelotas de béisbol golpeadas con fuerza. A veces aguantamos la respiración y nos preocupa si tiene suficiente factor en sus venas.  También puede ser difícil educar a todos los que lo rodean y no es que no entiendan, pero no queremos que se le ponga una etiqueta a Oliver. No queremos que lo señalen o hagan que sienta que está siendo tratado de manera diferente.  Es un acto muy difícil de malabarismo, porque nuestro hijo está compitiendo a un alto nivel, y no quieres que nada le impida vivir su sueño y su mejor vida".

Mientras vive su sueño, Oliver no es de los que se refrenan al dar su mejor esfuerzo para sus competencias o al expresar su alegría por ganar el oro. Las expresiones faciales de Oliver lo muestran todo claramente. Parece saber tan pronto como ha terminado una carrera o lanzando la jabalina cuándo ha ganado. Incluso antes de los Juegos Olímpicos Juveniles de Jacksonville, Oliver sonrió de oreja a oreja justo después de terminar en primer lugar en los 800 metros en una competencia celebrada en McDonough y sonrió aún más en Rome cuando rompió su propio récord. Sin embargo, su reacción después de competir en los Juegos Olímpicos Juveniles de Jacksonville fue muy diferente. De hecho, no tenía idea de que había ganado.

Brian, el padre de Oliver, explicó: "Estuvimos separados de él más lejos y por más tiempo que antes. Podíamos verlo, pero él no sabía dónde estábamos. La lista de participantes fue mucho más grande en el escenario nacional de los Juegos Olímpicos Juveniles y el calor fue brutal. Él se sentó en ese campo en el calor durante horas. Lanzó su jabalina seis veces y sabía que no había hecho su mejor lanzamiento. Sin embargo, no sabíamos si él sabía que todavía tenía un lanzamiento increíble, 1 pie menos que su mejor lanzamiento.  Treinta y seis atletas más tuvieron su turno de lanzamiento y luego los ocho primeros hicieron cada uno tres lanzamientos. Cuando la competencia finalmente terminó, sabíamos que había ganado el oro pero no sabíamos si Oliver lo sabía.  Cuando nos reunimos fuera del campo con él y su entrenador, sus ojos estaban llenos de lágrimas de desilusión. Él pensaba que no lo había hecho bien.  Estaba cansado y sudando. Habían pasado dos horas y media desde que lo dejamos en el evento". 

Oliver dijo,"Papá, no creo que haya ganado. Tengo sed y tengo que ir al baño". Su padre Brian lo miró y dijo emocionado: "Hijo, ganaste el oro". El joven atleta sorprendido dijo con alegría "¿De verdad papá?" y una gran y gloriosa sonrisa comenzó a brillar en el rostro de Oliver, justo cuando vio a su madre y su abuelo, quienes estaban esperando para darle un abrazo de felicitación.

Oliver, tu eres un ganador a nuestros ojos.